Cada año, por estas fechas, hacemos un recorrido sobre cómo nos ha ido y cómo queremos que nos vaya en este año a punto de estrenar.
Es entonces cuando reflexionamos sobre aquellas cosas que dejamos de hacer y, de nuevo, nos proponemos.
Existen propósitos asequibles pero imposibles de conseguir, hay imposibles conseguidos y sin habérnoslo propuesto.
¿Y es posible que esto ocurra? Es muy simple, está en nuestro patrón de pensamiento.
Si en nuestro patrón está grabado a fuego que “no lo conseguiré”, pues así sea.Ahora bien, si nos proponemos, en vez de cambiar de propósito, hacia uno más alcanzable, lo hacemos en nuestro patrón de pensamiento, éste será un multiplicador de deseos, retos e imposibles a disfrutar.
Todo ello suena muy bonito, dirá alguno, sí, claro, y ¿cómo se llega a ese cambio?
Vemos, para empezar, pregúntate:
¿ Qué es lo que quiero?
O más bien, ¿ Qué estoy buscando? Busco ¿satisfacción personal, reconocimiento social, profesional?
Busco ¿ ser mejor persona, amante,amigo, compañero ?
¿ En qué área me gustaría crecer? ¿ Interiormente o exteriormente? ¿ Personal o económicamente? ¿ Quisiera aumentar mi autoestima, seguridad, mis habilidades sociales o hacer crecer mi status, mi currículum..?
Y ahora me pregunto: ¿Debo?, ¿ “Tengo que” o " quiero que”?
Una vez que tengamos definidos algunos términos por dónde empezar, podremos ponernos a “trabajar” nuestros propósitos.
Por ejemplo, un eterno propósito es perfeccionar inglés.Sin embargo, no deja de ser más que un deseo, es UNA LACRA. ¿ y POR QUÉ? Porque en nuestro patrón de pensamiento está grabado que HAY QUE SABER INGLÉS.
Es decir, es una imposición social, laboral y, en virtud de ello, nos disponemos a cumplir algo para lo que NO ESTAMOS NADA MOTIVADOS.
Para conseguirlo, hay varios trucos: hacer de la imposición un capricho, o compensarnos a medio y largo plazo por llegar a la mitad y final de nuestra meta.
Para el primero, hay que darle la vuelta al propósito y sabernos motivar de tal manera que, la imposición se convierta en algo tan, tan deseable que no vea el momento de comenzarlo.( Por ejemplo, ligar el estudiar inglés junto con una acción que nos guste mucho, por ejemplo ir a nadar, y hacerlo después de ir a clase.O darnos un masaje cada viernes si has asistido a las clases de la semana…etc...)
Hay trucos originales, diferentes, como el regalarnos algo (por ejemplo un viajecito a Londres al final del curso..), ú “obligarnos” a practicar inglés intercambiando español con un inglés/americano.Es económico y ameno y la obligatoriedad de la cita hace que resistas a la tentación de “otro día, la semana que viene, el mes que viene..”
Una vez cambiados los “tengo que” por los “estoy disfrutando con” tan sólo hay que ponerse unas metas asequibles y en tiempos razonables.
El seguimiento es muy importante.
Ya se sabe, que “ojos que no ven..”, no saben cómo va el propósito.Descubrir que paso a pasito se va consiguiendo( cigarros menos, kilos menos,centímetros menos, más clases idas, más cerca de la meta…) hace que la MOTIVACIÓN se renueve cada vez que se consulte.
Cuidado, hay que ser realista y si no estamos a la altura del plan de acción: ser honestos a la hora de analizar el por qué, y cómo recuperar el retraso.
Muy importante, ser POSITIVOS, siempre LECTURA POSITIVA aunque el cambio o el proceso haya sido mínimo, ya es ALGO, MUCHO MÁS que NADA.
Ya sabes: Orienta primero tus propósitos, luego conviértelos en deseos, prepara un planning atractivo para asegurarte su cumplimiento y lígalo a actividades placenteras.Haz un férreo seguimiento, semanal, a ser posible y por fin, ¡DISFRUTA DE TUS RESULTADOS!
¿TIENES PROPÓSITOS? ¿ y si fueran SUEÑOS?
MAÑANA EMPIEZA TU CUENTA ATRÁS HACIA TUS DESEOS,
¿ Te lo vas a perder ?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario